¿La prórroga de la recuperación del IGV y del IPM en la etapa de exploración de hidrocarburos es suficiente para reactivar la inversión en el upstream?

Una importante noticia para el sector hidrocarburos es la prórroga hasta el 31 de diciembre de 2027 del derecho que tienen las empresas petroleras a la devolución del IGV y del IPM correspondiente a todas las importaciones o adquisiciones de bienes, prestación o utilización de servicios y contratos de construcción de las actividades de exploración de hidrocarburos que realicen estas empresas.

Se trata de un incentivo que los inversionistas del sector hidrocarburos consideran al momento de tomar decisiones de inversión en exploración. Si no se contara con este beneficio seria aún más difícil captar inversiones para actividades de riesgo como lo es la exploración de hidrocarburos, sobre todo en el Perú donde es necesario realizar más exploración de hidrocarburos.

Pero, el contar con este beneficio (además de otros contenidos en la Ley Orgánica de Hidrocarburos) no siempre es suficiente para que los inversionistas puedan decidir explorar hidrocarburos en el Perú. En efecto, en la actualidad la actividad en exploración de hidrocarburos en el Perú es mínima, casi inexistente (de acuerdo con información de PERUPETRO en el 2022 no se ha perforado ningún pozo exploratorio). Esto se debe a diversas razones, entre ellas, los conflictos socio ambientales que impiden realizar operaciones de manera continua y la falta de una política clara y decidida del Estado de impulsar las actividades de exploración y producción de hidrocarburos. Es por ello que en los últimos años hemos visto como empresas que operaban en el Perú, hoy están realizando inversiones de exploración en países como Ecuador y Colombia, mientras que en el Perú no hay exploración y cada vez es menor la producción de petróleo.

Si queremos que una norma como la de recuperación del IGV de las actividades de exploración cumpla el objetivo por el cual se ha promovido y prorrogado periódicamente, es necesario entender la relevancia que tiene (y podría ser mayor) el sector hidrocarburos en el Perú, no solo desde el punto de vista de generación de rentas para el fisco (regalías e impuestos), sino también para reducir la dependencia en la importación de petróleo, para la operación de nuestras refinerías, y de la parte de combustibles que no se produce en el Perú (seguridad energética) y en el cierre de brechas sociales (con los importantes ingresos por regalías e impuestos que el sector puede generar).

Por esta razón, es necesaria una política de estado clara y decidida que permita lograr o estar cerca de alcanzar el autoabastecimiento de energía (generada por fuentes fósiles y no fósiles) fundamental para retomar el crecimiento de nuestra economía, generando rentas para el estado y utilizando de manera eficiente estas rentas para el atender, de manera efectiva y eficiente, las necesidades básicas de las comunidades cercanas a las áreas donde se exploran y producen hidrocarburos. Esta política de estado, no debe limitarse a los esfuerzos del Ministerio de Energía y Minas y de PERUPETRO, como responsable de promover y supervisar los contratos de exploración y explotación de hidrocarburos, o a los esfuerzos, casi quijotescos, de las empresas que decidan invertir en el Perú. El estado debe trabajar de manera coordinada y conjunta (los tres niveles del estado) en establecer y aplicar una estrategia orientada a lograr poner en valor los recursos naturales con que contamos, asegurando el cumplimiento la normativa que viabilice operaciones eficientes y ambientalmente responsables, y también la ejecución por los distintos niveles del estado de la inversión pública necesaria para el cierre de brechas sociales con la renta que esta actividad puede generar..

Es importante notar que, la prórroga de la recuperación del IGV recientemente aprobada ocurre en una coyuntura clave en el sector hidrocarburos y que como país no debemos desaprovechar.

Por un lado, PETROPERU iniciara pronto la operación comercial de la Nueva Refinería de Talara con una capacidad de producción de 95,000 barriles diarios, para lo cual será importante contar con producción local de petróleo que le permita reducir la dependencia, en la medida de lo posible, de petróleo importado y lograr mejores eficiencias.

Por su parte, PERUPETRO se está preparando para lanzar la licitación de nuevos contratos de explotación de hidrocarburos de varios lotes cuyos contratos están por vencer. Esto permitirá, contar con nuevos contratos y con mejores condiciones, reactivar y aumentar la producción de los actuales yacimientos e incentivar la exploración de petróleo y de gas natural.

En el 2022, a pesar de tener una muy baja producción de hidrocarburos, la coyuntura internacional ha permitido al Estado recaudar importantes ingresos a través de regalías. Estos ingresos deben ser utilizados de manera eficiente en el cierre de brechas sociales, y con mayor producción estos ingresos aumentaran. Este trabajo es urgente y debe ser del mayor interés del estado.

Las condiciones están dadas, solo queda ponernos manos a la obra y aprovechar esta coyuntura que beneficiara a todos. No perdamos la oportunidad de reactivar el upstream no solo con la aplicación efectiva de beneficios como el de la recuperación del IGV para las actividades de exploración, sino también con una política de estado clara y decidida que permita la reactivación del sector hidrocarburos con los beneficios que traerá.