Propiedad Intelectual en el Metaverso (¿dónde?)

Las grandes compañías tecnológicas presentan sus nuevos productos a través de grandes eventos muy mediáticos y con cubrimiento en prensa.

Recientemente el turno fue para Facebook, compañía que todos conocemos, la cual ahora se llama Meta y cuyos productos más conocidos son Facebook, Instagram y WhatsApp, aunque hay muchos más.

Este lanzamiento más reciente tuvo mucho más ruido que otros porque la presentación se enfocó en lo que Mark Zuckerberg denominó el futuro de las dinámicas de socialización, no solo de su compañía sino de la humanidad (!!!), algo que ellos llaman el ‘Metaverso’.

Es una afirmación bastante ambiciosa y aunque en realidad lo que se presentó no es un concepto enteramente nuevo, que una empresa del tamaño y la importancia de Facebook (perdón, Meta) lo ponga como su prioridad y su futuro si es algo nuevo.

¿Pero que esto del metaverso? Si tratamos de definirlo de una manera muy muy simple, se trata de un mundo de realidad virtual en el cual las personas podrían socializar, jugar y trabajar. Otra forma de describirlo podría ser el intento de que nuestras vidas reales y nuestras vidas virtuales (que en efecto ya tenemos, con las redes sociales que permean nuestra vida con reuniones de trabajo y sociales enfrente a una pantalla) estén mucho más cerca de lo que están hoy en día e incluso se mezclen y confundan.

Gran parte de los comentarios frente a este anuncio han analizado temas de riesgos de interacciones sociales, adicciones, distorsiones de la realidad (algo como The Matrix, Terminator 2, Wall-e y la Naranja Mecánica juntos), pero de lo que queremos hablar hoy es de los retos que este nuevo futuro tendría en materia de propiedad intelectual.

Es un poco sorprendente afirmar esto, pero las diferentes manifestaciones de propiedad intelectual son explotadas en nuestro mundo, en nuestra realidad. ¿Deberíamos considerar que un metaverso, una especie de “realidad virtual” en el que los consumidores pasen sus horas de relacionamiento familiar, de esparcimiento, de trabajo, consumiendo y adquiriendo bienes podría eventualmente ser considerado un nuevo mundo? 

Por ahora podría sonar un poco exagerado pero lo que se viene es grande y desde ya deberíamos preguntarnos sobre asuntos como territorialidad, licenciamiento, infracciones y uso no autorizado, observancia de derechos, y todos los nuevos retos que el metaverso puede significar en materia de propiedad intelectual.

Ya hay interacciones entre plataformas y marcas (el chapulín colorado está disponible como una “skin” en Fortnite, un popular juego de video en línea, pero hasta ahora el control sobre el uso de los caracteres y las marcas es fácilmente controlable por los administradores de las plataformas. Cuando esto sea realmente un universo en el cual las personas interactúen más libremente, los usos no autorizados e inconvenientes (ni siquiera infracciones con ánimo de lucro en sí mismas) crearán nuevos retos para los titulares de derechos de propiedad intelectual en este lado del universo.