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¿Gusanos para tu lonchera?

Podemos afirmar (sin ponernos demasiado filosóficos), que nuestros alimentos hasta cierto punto son una construcción cultural. No vamos a hablar sobre ese tema en este artículo, pero es un debate interesante el determinar porqué ciertos animales son parte de nuestra dieta y otros no. Bienvenidos los insectos a nuestra alimentación.

En ese sentido es importante saber que no cualquier elemento o materia prima puede utilizarse como ingrediente en nuestros alimentos. Estos deben ser parte de los extensos listados aprobados por diferentes autoridades sanitarias.

Todo alimento (salvo productos frescos sin procesar) que quiera ser comercializado en nuestro país debe obtener un registro sanitario para tal efecto. INVIMA, nuestra autoridad sanitaria revisa como parte del trámite el listado de ingredientes del producto y en caso de que haya un componente que no esté aprobado para su uso en alimentos, se pedirá que el ingrediente sea aprobado mediante un trámite especial o que el producto sea reformulado.

Estas listas de ingredientes aprobados son dinámicas, sobre todo en materia de aditivos pues la tecnología alimenticia está constantemente desarrollando nuevos aditivos que permiten mayores eficiencias en los manejos industriales de los productos que consumimos.

Pero también en ciertas oportunidades hay nuevos ingredientes que la industria propone como alternativas alimenticias. Recientemente asesoramos una empresa que tiene interés en producir harina de gusano como ingrediente en alimentos de consumo humano. El estado larvario de la especie “tenebrio molitor” es fácil de producir y la harina proveniente de éste tiene grandes ventajes nutricionales y un alto contenido proteico. La empresa planea lanzar barras tipo snack (por ejemplo con chocolate como las que ya conocemos), con la diferencia de que su ingrediente principal es harina proveniente de insectos.

Antes de llevar a cabo el procedimiento de registro sanitario del producto terminado, fue necesario realizar un trámite previo mediante el cual, ante un ente especializado dentro de INVIMA, llamado Comisión Revisora - Sala Especializada de Alimentos y Bebidas. Ante ésta se presenta información técnica y legal mediante que busca demostrar que el producto es apto (y conveniente) para consumo humano y dicho consumo no generaría riesgos considerables que superen sus beneficios.

Es también útil presentar experiencias, antecedentes y autorizaciones de otros países, y en este caso, este ingrediente es parte de un programa de la Comunidad Europea llamada “Novel Foods”, mediante el cual se analiza la conveniencia de autorizar nuevos ingredientes para nuestros alimentos.

Al final, logramos obtener la autorización del ingrediente ante INVIMA por lo cual hoy en día es posible comercializar productos alimenticios cuya fuente proteica provenga de harina de esta especie de insectos.

¡Bienvenidos entonces los insectos a nuestras loncheras!

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Karl Mutter, LL.M.
Socio
Bogotá