Propuestas de los nuevos planes de gobierno de los candidatos presidenciales, frente al Sistema de Pensiones en Colombia

A vísperas de la primera vuelta para las elecciones presidenciales, donde los votantes decidirán quién será el primer mandatario de la República de Colombia para los próximos cuatro años, es relevante mostrar y analizar las principales propuestas que existen en materia pensional. Todos los programas de gobierno de los distintos candidatos coinciden en la necesidad imperiosa de una reforma pensional, como un mecanismo para reducir la desigualdad social y lograr una mayor equidad para los colombianos, procurando como objetivo principal garantizar el derecho a un ingreso económico decente para todas las personas de la tercera edad, dado que un número significativo de la población no tiene acceso a una pensión digna que garantice su calidad de vida. 

En ese orden de ideas, es necesario comprender que el Sistema de Seguridad Social Integral en Colombia tiene como objetivo la protección de las contingencias que pueden afectar a una persona y su familia, desde enfermedades, accidentes, vejez y muerte, con el fin de otorgar prestaciones económicas o asistenciales, que garanticen los derechos irrenunciables y calidad de vida acorde con la dignidad humana. 

Conforme a lo expuesto, las pensiones hacen parte de este Sistema, consagrado en la Ley 100 de 1993, a través de la existencia de dos regímenes pensionales excluyentes pero que coexisten, el Régimen de Prima Media (RPMPD) y el Régimen de Ahorro Individual con Solidaridad (RAIS), ambos reconocen principalmente pensiones de vejez, invalidez y por muerte a los sobrevivientes, en cumplimiento de unos requisitos previstos por la Ley.

Las principales diferencias de los regímenes pensionales son:

Así mismo, hoy Colombia cuenta con una estructura pensional dividida en dos grandes grupos, uno es el modelo contributivo que incluye a trabajadores, servidores públicos e independientes con capacidad de pago y el otro, un modelo subsidiado que pretende ampliar la cobertura del Sistema a la población con poca capacidad económica, donde existen programas estatales; i) Los Beneficios Económicos Periódicos (BEPS), y ii) El Programa de Colombia Mayor. 

Por consiguiente, uno de los retos principales para el país es la ampliación de la cobertura y la financiación del Sistema de Pensiones, teniendo en cuenta las preocupantes cifras que entregó la Misión del Empleo en su informe de los años 2020 y 2021, donde 53 de cada 100 personas en edad de pensionarse, carecen de una protección, es decir, que más del 50% de la población del país no cuenta con ingresos para subsistir en su vejez. 

Así mismo este reporte señala que, el 23,2% de las personas en edad de pensionarse, están cobijadas por una pensión reconocida por los Fondos Privados o por Colpensiones. De esta población, el 85,8% está afiliada en Colpensiones y sólo el 14,2% está afiliada a Fondo Privados de Pensión, mientras que 77 de cada 100 pensionados en Colpensiones, tiene una pensión por un valor igual o menor a 2 SMLMV. Lo anterior teniendo en cuenta que, para el mes de septiembre de 2021 el número de pensionados en Colpensiones era 1.475.853, mientras que en el RAIS para el periodo de octubre de 2020 el número de pensionados era 204.926

Desde las primeras reformas pensionales que ha tenido el país en el siglo pasado y este, sectores académicos e incluso la Organización Internacional del Trabajo (OIT), han planteado una renta básica universal, entendida como un ingreso económico mínimo para personas sin recursos y con dificultad para acceder al mercado laboral. La finalidad de la medida busca reducir la pobreza y la desigualdad, procurando la dignidad y los derechos humanos, focalizada en la desprotección generada por el desempleo. Esta propuesta es adoptada por todos los candidatos presidenciales como un piso mínimo de derechos pensionales, buscando garantizar una forma de protección para la vejez y asegurar una vida digna a todas las personas en edad de jubilación.

A continuación, traemos a colación las propuestas más relevantes en materia pensional de los candidatos presidenciales, sus coincidencias y sus diferencias: 

• Renta básica universal: Asegurable para todos los adultos mayores, principalmente aquellos que no hayan cumplido requisitos legales para causar una pensión de vejez:

• ¿Aumento de la edad y semanas de cotización?

• Sistema de pilares: Dos de los candidatos presidenciales proponen un sistema de pilares, en el cual se busca que tanto el régimen de prima media como el de ahorro individual se complementen entre sí, estableciendo pilares de tipo no contributivo, contributivo y complementario:

• ¿Reforma pensional?

Sobre este aspecto, todos los candidatos están de acuerdo en que el país necesita una reforma pensional que garantice una pensión para todos los ciudadanos, incluyendo personas de bajos recursos económicos. Sobre los requisitos que aplican actualmente, dos de los candidatos son enfáticos en que:

• ¿Mantener el régimen de prima media administrado por Colpensiones?

Al respecto, los candidatos coinciden en la necesidad de mantener y fortalecer al régimen de prima media administrado por Colpensiones.

Desde nuestra perspectiva, la propuesta de la renta básica universal requiere desarrollar el principio de solidaridad que rige al Sistema de Seguridad Social y facilitar la administración de los recursos para generar unas condiciones más dignas para la población de la tercera edad, y en ese sentido, tal propuesta es conveniente, pero sólo un programa de gobierno establece como se podría lograr este objetivo. Dentro de este plan de gobierno, se plantea la propuesta de una reforma tributaria y laboral, que permita asegurar los recursos para el sostenimiento del pilar solidario.

Cabe señalar que por otro lado, el sistema de pilares ya ha sido implementado en otros países con resultados alentadores y ha demostrado que elimina la competencia entre ambos regímenes pensionales, haciéndolos complementarios. Este modelo permitirá el acceso a la pensión para más afiliados, no obstante, es necesario considerar la ampliación de la cobertura a la seguridad social y su inclusión desde una perspectiva de financiamiento del Sistema a trabajadores informales, como lo contemplaba la derogada ley de Pisos de Protección Social, así como un apoyo estatal en el pago de las cotizaciones para aquellas empresas en proceso de creación y consolidación que sería un incentivo para la formalización de sus trabajadores.

Respecto al planteamiento para adquirir semanas, que se traduce en la posibilidad de que el afiliado pueda pagarle al Sistema el tiempo faltante para cumplir el requisito mínimo de semanas y la cual es una de las propuestas presentada por uno de los candidatos para aumentar la cobertura, consideramos que sería un aspecto positivo para incrementar el flujo de recursos del Sistema pensional; siempre que los mecanismos de vigilancia y control y sobre todo de la correlación entre lo que paga el afiliado y lo que va a subsidiar el sistema coincida, permitiendo que esta figura opere para el reconocimiento de pensiones de hasta 2 SMLMV, garantizando un equilibrio económico para el sistema.  

De otra parte, es claro que el sistema BEPS debe ser modificado para reconocer prestaciones que se ajusten a las necesidades reales de sus aportantes. Al respecto, el actual Gobierno se encuentra impulsando un proyecto de Decreto para beneficiar a las personas que no completen los requisitos para pensión, con el fin que trasladen estos recursos al programa BEPS, el Estado otorgue un 20% adicional y con ello el afiliado pueda recibir una renta vitalicia de hasta $850.000 mensuales. 

También consideramos importante la noción del fortalecimiento de Colpensiones, entendiendo que esta administradora ha venido realizando esfuerzos para mejorar sustancialmente su operación como su administración, otorgando mayor seguridad jurídica en la definición de los requisitos para tener derecho a la pensión. Sin embargo, sigue siendo preocupante el déficit del sistema de prima media en la medida que la administración de sus recursos no genera los rendimientos necesarios para cubrir los subsidios de las pensiones más altas, siendo los aportantes de mayores ingresos los que actualmente están soportando en mayor medida este sistema pensional.

Como conclusión, cabe resaltar que dentro del actual sistema de pensiones las nociones de la misión del empleo en la materia y las posiciones de los diferentes programas de los candidatos a la presidencia, encontramos que hay claridad y consistencia, así como la correlación entre la realidad y las necesidades de los ciudadanos más vulnerables, pero sigue quedando en el tintero el mecanismo de administración y rentabilidad de los recursos pensionales que debe incluir principalmente buenas prácticas en materia organizacional  y de anticorrupción.